Mes: febrero 2014

Maya Deren

Figura controvertida, Maya Deren (Kiev 1917-Nueva York 1961) fue una trabajadora incansable desde su más temprana juventud. Fue escritora de prosa, poesía y ensayos políticos, y una apasionada de la danza y de la fotografía; pero, ante todo, fue una cineasta (“amateur”, como a ella le gustaba decir, en el sentido de “amante”) que tuvo un modo particular de entender el cine. Defensora a ultranza del medio cinematográfico como forma de arte, Deren nunca cejó en su empeño de buscar el lenguaje propio y único de este arte del tiempo y del espacio, ni de luchar por su independencia del resto de las artes. Maya Deren ha sido considerada, además, madre de lo que, en aquel momento, el crítico John Martin denominó Choreocinema y que podemos traducir como Coreocine –forma precursora de la Videodanza-. A pesar de que, por diferentes motivos, la figura y la obra de Maya Deren han permanecido, injustamente, durante años en la sombra, su labor y su herencia, tanto creativas como teóricas, han influenciado –y lo siguen haciendo- a multitud de artistas; y su manera de trabajar contribuyó, en gran medida, a la apertura de nuevos cauces de producción y distribución de la obra artística audiovisual.

Deren pertenece al tipo de cineastas y artistas que elaboraron toda una teoría sobre su propio arte de un modo creativo y analítico al mismo tiempo, siendo demiurga de una poética y teoría del cine propias.

 

http://arteaeditorial.arte-a.org/node/999

El Hombre de la Cámara

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El Hombre de la Cámara (Chelovek s kino-apparatom)
Formato: B/N
Duración: 68 min.
Nacionalidad: U.R.R.S.S.
Año: 1929
Dirección: Dziga Vertov.
Cámara: Mikhail Kaufman.

baEl hombre de la cámara de cine está compuesta de cientos de escenas de la actividad cotidiana de San Petersburgo, la mayoría tomas callejeras pero también del trabajo y vida doméstica, unidas en una zaga donde la ciudad moderna y la cámara del cine comparten los papeles protagonistas. Trozos de la realidad tomados de improvisto (Vertov los llamaba kino-fraza, “frases fílmicas”) que alternándose unos a otros en una rápida sucesión trazan una especie de alegoría real que identifica el vértigo de la modernidad urbana y sus contrastes sociales y económicos, con el proceso mismo de la documentación y edición cinematográfica. Obsesionado con la movilidad y velocidad, y heredero de la fascinación tecnológica de los futuristas y constructivitas, Vertov puso en evidencia la relación entre el mecanismo del cine, la nueva intensidad de la productividad industrial y el ritmo enloquecedor que automóviles, trenes y tranvías impusieron a hombres y mujeres en el siglo XX.

http://historiacinedocumental.blogspot.mx/2010/05/dziga-vertov.html

Dziga Vertov

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Dziga Vertov (Bialystok 1895 -Moscú 1954). Hijo de bibliotecarios. Después de cursar estudios de música 1912-1915 en Bialystok y de medicina 1916-1917en San Petersburgo, se dedica a escribir poesía y novela. Atraído por el futurismo, toma el pseudónimo de Dziga Vertov (En ucraniano «¡Gira, peonza!»). Cineasta innovador, teórico, poeta, agitador, editor, propagandista y pilar indispensable de un cine documental auténtico que respondiera a las necesidades políticas, económicas y sociales del momento histórico en que se hallaba inmerso. Vertov fue, sobre todo, un inventor y un imaginativo baluarte del cine experimental; todo lo cual fue demasiado para las mentes cuadradas de los burócratas del partido, que llegaron a humillarlo, bloquearlo, desanimarlo, desmovilizarlo, buscando sofocar su espíritu. Fue acusado de formalismo, antirrealismo, narcisismo y tratamiento «reaccionario» de la realidad soviética.
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A grandes rasgos, la praxis de Vertov con las imágenes en movimiento empieza en 1916, en su «laboratorio del oído» experimentando «músicas de ruidos», montaje de fonogramas y palabras. En 1918, el Comité del Cine de Moscú le contrata como secretario y llega a ser redactor jefe (hasta finales de 1919) del Kinonedelija (Cine-Semana, el primer periódico de la actualidad cinematográfica soviético). Hacia 1920 Vertov hizo un descubrimiento notable: el ojo humano era capaz de registrar un plano cinematográfico de apenas dos o tres fotogramas. Ello implicaba la posibilidad de montar fragmentos diminutos en cortes aparentemente ilógicos que no sólo desafiaba por entero la temporalidad de la visión natural sino las estructuras del pensamiento.baEn 1925, Vertov anticipaba: «En un futuro próximo, el hombre podrá transmitir simultáneamente por radio, para el mundo entero, los hechos visibles y sonoros grabados por una radio-cámara». Los tiempos posteriores le dieron la razón. El uso de cámaras portátiles impulsaron la corriente documentalista (el cine directo), el auge posterior de las telecomunicaciones y las aportaciones tecnológicas han posibilitado la utilización, cada vez mayor, de las microcámaras y la circulación abierta de imágenes generadas por multitud de individuos y grupos sociales a nivel mundial… Podemos decir que, en cierta forma, una parte de todo eso lo anticipó Vertov en sus manifiestos y con su teoría del cine-ojo (kino-glaz), que en los años 20 tenían una fuerte carga visionaria, pero cuyas hipótesis empezó a practicar de inmediato, en la medida de sus posibilidades.

Agit-prop 

Abreviatura rusa de «agitación y propaganda», concebida en los primeros días de la revolución soviética para representar toda actividad artística militante (teatro, cine, música, pintura) destinada a provocar una acción psicológica e intelectual inmediata en el público. En cine, los agitki son películas, a menudo de cortometraje cuyo objetivo es apoyar directamente una campaña de incitación política o social. Los agitki se difundieron fundamentalmente gracias a los trenes y los barcos de propaganda: Los trenes Lenin (1918) Revolución de Octubre (1919), Cosaco rojo (1920) el barco Estrella roja (1919). Alexandre Medvedkine resucitó el agitprop entre 1930 y 1934.Vertov es de los primeros que se plantee el cine como una forma de hacer revolución, de levantar conciencias.

Kinoki Era un grupo de documentalistas al que pertenecía Vertov y que editaban manifiestos donde exponían sus teorías respecto al cine.


El CINE OJO es “un medio de hacer visible lo invisible, claro lo oscuro, evidente lo oculto, desnudo lo disfrazado”
Lo fundamental: usar la cámara como un ojo fílmico más perfecto que el ojo humano para explorar el caos de los fenómenos visuales que llenan el universo.

…Soy un ojo fílmico, soy un ojo mecánico, una máquina que os muestra el mundo solamente como yo puedo verlo.
«En adelante y para siempre prescindo de la inmovilidad humana; yo me muevo constantemente, me acerco a los objetos y me alejo de ellos, me deslizo entre ellos, salto sobre ellos, me muevo junto al hocico de un caballo al galope, me introduzco en una muchedumbre, corro delante de tropas que se lanzan al ataque, despego con un avión, caigo y me levanto con los cuerpos que caen y se levantan».
«Liberado de la tiranía de las 16-17 imágenes por segundo, liberado de la estructura de tiempo y espacio, coordino todos los puntos del universo, allí donde puedo registrarlos.
Mi misión consiste en crear una nueva percepción del mundo. Descifro pues de una manera nueva un mundo desconocido para vosotros y vosotras».
En resumen Vertov busca poder mostrar lo invisible para el ojo humano. Busca otro punto de vista, otra forma de ver las cosas. Experimentar las posibilidades que nos permite la cámara puntos de vista altos o muy bajos. Combinación de imagenes, perspectivas imposibles. Ver una misma acción desde varios puntos de vista al mismo tiempo…

Huía de la falsedad del cine de ficción , pensaba que el teatro ofrecía un vil retrato de la vida, era en gran parte, opuesto a Flaherty. Ya que éste utilizaba técnicas de narración heredadas del cine de ficción . Vertov buscaba otro punto de vista de la realidad sin preestablecerla, sin modificarla.

Pero no basta con mostrar fragmentos de verdad en la pantalla, partes separadas de verdad. Esas partes deben organizarse temáticamente para que el todo también sea una verdad.El rechazo se extendía a la utilización de mecanismos de ficción. como podían ser la confección de un guión, la utilización de actores y actrices, estudios, decorados, iluminación y todas las opciones disponibles del Cine de ficción tradicional.Vertov es de los primeros que hable de empezar a construir el film en el momento del montaje utilizado todos los diferentes medios para trasmitir la idea que tenemos.

De alguna manera todo el movimiento documental de los Kinokis, el Cine Ojo, planteaba los principios que marcarían toda la historia del cine documental.

Vertov defendía a ultranza el seguimiento de los hechos que estaban ocurriendo en ese momento en la Unión Soviética como única opción para el registro de acciones, negando la posibilidad de reconstrucción o manipulación de los mismos con actores o acciones premeditadas.

La verdadera estructura de la película se elabora a partir de un largo proceso demontaje en el cual se deja de lado cualquier posibilidad de establecer un relato cronológico o lineal. En esta etapa del trabajo se establecen las verdaderas situaciones y relaciones entre temas, acciones, personajes, objetos con la permanente referencia y reflexión sobre el lenguaje y la tecnología fílmica. Es Vertov el que de manera pionera deja sentada la base de una praxis del documental como la construcción de un autor en que todas las opciones de puesta en escena forman parte de un sistema, que más allá de cualquier contenido, su forma es la que otorga el verdadero sentido al material o tema trabajado.

Entre 1922 y 1923, los kinoks plasmarían en una serie de manifiestos su teoría del cine-ojo, oponiéndose a los elementos (guión, escenarios, actores, etc.) que el cine tradicional —que ellos llamaban cine-vodka— empleaba para la creación de dramas alejados de la realidad. Esta teoría comenzaría a llevarse a la práctica en la serie de noticiarios Kinopravda, apareciendo críticas negativas con las últimas entregas. Tras 19 Kinopravdas, se estrenaría Kinoglaz, según Vertov: «la primera tentativa en el mundo para crear una obra cinematográfica sin la participación de actores, decoradores, realizadores; sin utilizar el estudio, decorados, vestuario. Todos los personajes continúan haciendo en la vida lo que de ordinario hacen».

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Found Footage – Conferencia Magistral (7-feb-2014)

El Found Footage, la apropiación y manipulación de imágenes recontextualizándolas en nuevas obras, es una de las prácticas más antiguas del cine. Ya en los años 20 encontramos algunas obras, como la trilogía formada por La caída de la dinastía Romanov, El gran camino y La Rusia de Nicolás II y León Tolstoi, que la directora soviética, Esfir Shub, realizó entre 1927 y 1928 con archivos procedentes de, entre otros, el Kino-Moskvo, el Museo de la Revolución e incluso de los legados del zar.

A finales de los 50 y en los 60 el trabajo con material encontrado se fue consolidando en países como EE.UU. Gran Bretaña, Francia, Austria o Alemania, en donde la práctica del Found Footage no sólo formaba parte de las obras documentales de carácter histórico y/o propagandístico, sino que se convirtió por méritos propios en un movimiento de vanguardia dentro de la experimentación cinematográfica.

En estos años ya encontramos trabajando a algunos de los autores que posteriormente se han convertido en referentes del metraje encontrado: Bruce Conner (A movie, 1958 – EE.UU. Report, 1963 – 67 – EE.UU.) Stan Vanderbeek (Science Friction, 1959 – EE.UU. Breathdeath, 1964 – EE.UU.) Chris Marker (Description d’un combat, 1960 – Francia) Artavazd Peleshian (Nacalo (El principio), 1967 – URSS) Ken Jacobs (Tom, Tom, The Pipper’s son, 1969 – EE.UU.)

En estas fechas también encontramos algunas incursiones dentro del apropiacionismo de directores cinematográficos habituados a prácticas más estandarizadas como Woody Allen (What’s up, tigger Lily, 1966) o Pier Paolo Pasolini (La Rabia (primera parte), 1963 – Italia) o el debut como director de Werner Herzog con Heracles, 1962 – Alemania.

Es precisamente ahora cuando se está viviendo un resurgir del Found Footage. Una nueva generación de cineastas y vídeo artistas está experimentando con todo el extenso legado visual con el que el siglo pasado nos ha obsequiado.

Abarcar esta masa archivística sería impensable si no fuera por los procesos de digitalización de la imagen y la aparición de redes P2P y paraísos archivísticos como archive.org que han facilitado el acceso a materiales que hasta hace bien poco era, prácticamente, imposible conocer. Esto unido a una ruptura con todo proceso capitalista e industrializado propio de las prácticas cinematográficas más convencionales, nos convierte en claros exponentes de la filosofía punk Do it yourself.

Si lo esencial del Found Footage del siglo XX era el despojar a la imagen de su significado primigenio, manipulándola y descontextualizándola, en el siglo XXI también se le despoja de su dueño, que no de su creador. Una actitud subversiva, antisistema, de protesta ante la abusiva restricción de acceso a la cultura por parte de las industrias culturales y las gestoras de derechos con las licencias copyright.

 

http://venuspluton.com/remontando-el-siglo-xx-una

 

Historias de Lisboa

Lisboa Story (1995)

Lisboa Story (1995)

  • DIRECTOR: Wim Wenders.-
  • GUIÓN: Wim Wenders.-
  • FOTOGRAFÍA: Lisa Rinzler(C).-
  • AÑO: 1995.-
  • PRODUCTORA: Road Movies Filmproduktion.-
  • DURACIÓN: 100 min.-
  • TÍTULO ORIGINAL: “Lisboa Story”.-
  • PAÍS: Portugal.

Con esta película Wenders retoma algunas de sus antiguas ideas, anteriores a su éxito con “París Texas”, que es en cierto modo el punto de inflexión en su carrera.

Un director de cine le pide a su técnico de sonido y amigo, que viaje desde Alemania a Lisboa, para trabajar juntos, cuando llega se encuentra con que éste ha desaparecido y decide grabar el sonido de varios rollos de película que encuentra en la casa del director.

Escoge como actor principal a Rüdiger Vogler, en el papel de Winter, el técnico de sonido, que ya fue actor fetiche en su primera etapa, en la que que realizó sus mejores películas, ahi están “Alica en la ciudades” o “Falso Movimiento”. Vogler sigue en forma y sobre todo sigue siendo un actor capaz de transmitir todos esos sentimientos y sensaciones del universo de Wenders, tal y como lo entiende el propio Wenders. Es sin duda el mejor mensajero del director.

El otro protagonista es Patrick Bauchau, en el papel del cineasta. Ya había trabajado con Wenders en otra gran película como es “El estado de las cosas”, de la cual toma en parte el tema principal, el rodaje de una película en Portugal.

La película es alud de ambición sentimental y cinematográfica por infinitas razones. Trata temas universales como el amor, la soledad, la ambición, el tiempo o la religión. Aún siendo ideas simples, son siempre la base para construir una buena historia. Si se analiza  la filmografía de Orson Welles por ejemplo, resulta obvio que todas sus historias están basadas en ideas universales y sencillas. Wenders y Welles comparten esa sensación y una innegable capacidad para la  independencia y libertad, tan mal vista por el gran público y la industria cinematográfica.

Otra idea es la visión del artista como alguien que recrea el mundo, que juega a ser dios. Wenders plantea esta idea dialécticamente, pero también lo hace mediante imágenes, mostrandonos una visión particular de Lisboa, a su manera, de una forma incluso neorrealista y a la vez muy particular. Muy en relación con “F for Fake”.

La cinta es un homenaje a los técnicos de sonido en el cine, nos muestra a modo casi de documental qué son y cómo se utilizan los efectos de sala, o foley. De cualquier forma muestra un profundo amor por el cine.

También presenta la idea del cine como memoria, y este es el tema principal de la cinta. Lo hace de forma ambigüa, duda si el cine es memoria universal o particular y lo hace de una hermosa forma, rinde un bello homenaje a Dziga Vertov y su película “El hombre con la cámara”. Hay otros homenajes, a Chaplin, Keaton y en el trasfondo aparece el inolvidable Linder. Sin olvidarnos de Manoel de Oliveira o Fernando Pessoa.

http://cinemasuite24.wordpress.com/2012/09/18/historias-de-lisboa-1995-portugal/

Wim Wenders

«No puedo crear personajes que no me gusten y con los que no pueda identificarme»

«Estados Unidos se presenta al mundo como la mayor fuerza militar de la historia de la humanidad, aunque tiene que pagar un alto precio por ello: la pobreza, no solo física, sino también cultural, política, social e ideológica»

«Declarando la guerra al terrorismo no hacemos más que legitimarlo»

«A los americanos no les gusta que se les ponga un espejo delante, pero no pueden dejar de meterse en la vida de los demás»

Wim Wenders (1945), director de cine alemán, es uno de los pioneros, junto a Reiner Werner Fassbinder, del llamado “Nuevo Cine Alemán”.  Además de estudiante de medicina y filosofía, también planeó convertirse en sacerdote, antes de ingresar en la primera escuela de cine de Alemania, en Munich. Sus películas, de una prodigiosa belleza estética, pueden entenderse como interesantes estudios sobre la alienación y el desamparo. Habiendo nacido en un momento en que Alemania comenzó su acercamiento a la cultura americana, Wenders ha indagado sobre la presencia norteamericana en el inconsciente europeo y la inevitable americanización de la Alemania de posguerra.

De este punto, podría entenderse la influencia que tiene el rock and roll en sus películas. Precisamente, el título de su primera película, “Summer in the City” (1970), procede de una canción del grupo Lovin’‘Spoonful. El mismo Wenders ha confesado que el rock and roll le ha salvado la vida. Su consagración internacional llegaría con la trilogía de road movies “Alicia en las Ciudades” (1974), “Falshe Bewegung” (1975) y “En el Curso del Tiempo” (1976). Pero antes de ésta excepcional trilogía, Wenders había realizado su film más impersonal, “La Letra Escarlata” (1972) producida por Elías Querejeta. La experiencia fue muy poco satisfactoria para el director, quien a partir de ese momento juró No volver a filmar nunca más una historia donde no aparezcan autopistas, gasolineras o cabinas telefónicas.

La fascinación por esas imágenes y las películas de carretera, o road movies, fue lo que le llevó a fundar su productora bajo el nombre de Road Movies Filmproduktion.
Ya en los 80 dirige sus dos obras maestras, “Paris, Texas” (1984), Palma de Oro en el Festival de Cannes, y “El Cielo sobre Berlín” (1987), con la que consiguió, en el mismo festival, el premio al Mejor Director.El reconocimiento internacional le llegó con «El amigo americano» (1977), basada en la novela «El juego de Ripley», de Patricia Highsmith. A partir de ese momento Wenders comenzó lo que podría denominarse su etapa más prolífica, encadenando títulos experimentales como «Relámpago sobre el agua» (1980) y «El estado de las cosas» (1982) con historias intimistas y más convencionales como «París, Texas» (1984) o «Cielo sobre Berlín» (1988). En 1995 colaboró con el maestro italiano Michelangelo Antonioni en el proyecto «Más allá de las nubes», de la cual dirigió una de las partes.

http://www.cineol.net/gente/10332_Wim-Wenders

Norman McLaren

Norman McLaren ( Escocia 1914 – Canadá 1987)
fue un animador y director de cine reconocido por sus trabajos en el National Film Board of Canada.

Rastros del extraño-múltiple: el cine de Norman McLaren
Un flujo extraño y fascinante habita los gestos de Norman McLaren, algo que se impone a cualquier entrevista, texto o formalización posible, una sustancia viviente que desborda el sentido y nos recuerda una y otra vez la fragilidad y la belleza de la materia en movimiento. Algo que no sólo descubre el misterio impuro del cine sino que, sin impostura ni artefacto, nos permite acariciarlo con las manos.

La entrevista de Cinéma de notre temps, realizada por el equipo de Labarthe en 1967, está llena de momentos de esa extrañeza, de imperfecciones y cuerpos inestables que emborronan las palabras de McLaren: los timbres de voz, las pausas, los silencios y malentendidos, el sonido ambiente sembrado de ruidos y, sobre todo, una serie de insistentes recursos visuales cortinillas, chromas o fundidos- que fragmentan el rostro del cineasta. Es en ese conglomerado fragmentario donde aflora su gran atractivo, el rastro que André Bazin entrevió en los gusanos libres de Blinkity Blank y las cifras de Rythmetic:

“McLaren fundamenta la poesía de la animación en el enrarecimiento más extremo de la materia que no es más que el pretexto”  André Bazin

.Durante la conversación con el creador  se detecta cierto sentido de la improvisación,como si acabara de abandonar su taller en la habitación contigua. Comparado con otras entrevistas de la época o con documentales posteriores – Creative Process: Norman McLaren-, ésta se construye en el meandro y la extrañeza, se asemeja a la cadencia misteriosa de los trabajos del cineasta. Contra una lectura obsesionada con el contenido y la norma, nos encontramos ante una entrevista que nos acerca a la intimidad del pintor frente a su tela:
 “Para saber lo que es el cine y no simplemente en qué se ha convertido, hace falta agarrar la película con toda la mano, tocar la banda, considerar el original más de cerca, leer la partitura, apreciar la separación entre cada imagen inerte” Martin A.
 El amor,  la emotividad, la movilidad, la plasticidad, el humor o la excitabilidad de la materia viviente que se desparrama en Hen Hop,  A Chairy Tale Canon. Algo que salvaguardar en los márgenes del sistema, la convención y la industria cinematográfica.
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En el reverso de cualquier historia del cine, ahí cabe situar el pulso de las creaciones de McLaren. Si bien no se sitúa en la radicalidad y el límite de cierta vanguardia experimental “mediático” al lado de los resistentes “oscuros” (pienso en los Diaros de cine de Jonas Mekas)- sí comparte el abandonamiento de la convención y, con mayor fuerza, la urgencia de técnicas y modos de experimentar. Observar al cineasta hablar de sus impresiones al descubrir los trabajos de Fischinger, Cohl o Alexeieff, sus contactos con Len Lye en la G.P.O. o la formación del ya histórico departamento de animación de la Canadian Film Board, resulta revelador. La simplicidad humilde de sus gestos y palabras delata una voluntad de contacto directo con los materiales, de prueba y ensayo continuo. Una práctica  silenciosa  del oficio que hermana a todo un mapa de creadores “del otro cine”, en una constancia que rehuye el abalorio artístico, que,  frente a la impostura y la falsa conceptualización, escupe luces y movimientos de color:
“una obra que no dependa tanto de la inspiración como del ejercicio (…) no tanto un producto destinado a ser consumido pasivamente como la génesis de una obra cuya presentación nos invite a revivirla segundo por segundo, en cuanto que el ojo y la mano no dejan de rivalizar con el pensamiento”  Martin A.
Invocando al Eupalinos de Valéry, André Martin recoge esa autenticidad: la poesía de las imágenes surge con naturalidad, en los descubrimientos de un ejercicio tras otro. Así toma forma el arco heterogéneo que une y separa «Boggie-Doddle» de «La Poulette grise» «Mosaic» de «Hell Unlimited»,  «La-haut sur ces montagnes» de «Pas de deux», en la constante variación y modulación de los temas mclarenianos, formando un corpusingente de exploraciones de lo extraño, ensoñaciones que se atraen y se repelen entre sí, con el signo distintivo de una imaginación vital, realmente llena de formas de vida. La imaginación que John Grierson detectó, con su ojo infalible, en el joven McLaren.
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En esa  imaginación incide André S. Labarthe con el planteamiento de este Cinéma denotre temps.  Aunque los recursos que envuelven la imagen del cineasta puedan parecernos toscos, incluso débiles tras el paso del tiempo, su aparición intermitente nos devuelve con insistencia al enrarecimiento mclareniano: el visor circular que amplia y encoge el rostro del cineasta, las pantallas y cambios de color, las tipografías, los cortes, los zoom repentinos, la extremadísima paleta de planos… toda una serie de excentricidades visuales que dialogan con la fragilidad verbal y gestual del entrevistado; incluso llegan a colarse pelos y partículas de polvo en el visor de la cámara que encuadra a McLaren. Una coreografía que se sucede entre las imágenes y sonidos de algunas de sus piezas: Fiddle-de-Dee, Synchromy, Neighbours…
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Pero en el magma de la entrevista aflora, por encima de todo, la presencia enigmática de McLaren. Bajo el desequilibrio de su voz, quedamos fascinados de inmediato por la heterogeneidad que invade el plano, la misma que estalla y se diversifica en suscreaciones, la metamorfosis constante de su trazo. Rastros de mezcla y multiplicidad que se traducen en una insistente mixtura de técnicas, desarrollos y estilos que dotan de lógica al conjunto de su obra. Aún cuando el propio cineasta se reconoce como un continuador de hallazgos ajenos: las fantasmagorías de Cohl, la descomposición de movimiento de Marey, la pintura de los surrealistas o la técnica directa de Lye…Mixtura que tiene su correlación directa en la entrevista de Labarthe.
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Esa diversidad radical de McLaren no surge de constructos teóricos, sino de una práctica artesanal constante; y por ello se revela con total claridad ante el espectador,en las explicaciones diáfanas del cineasta ante la cámara y en sus escritos sobre animación experimental (como puede verse en los esquemas de la imprescindible monografía «Norman McLaren. Obra completa» 1932-1985, elaborada por José J.Bakedano). La analista Valliere T. Richard, una de las primeras especialistas en suobra, la cifra en el propio método creativo: se debe, precisamente, a las necesidades expresivas en su exploración del movimiento.
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McLaren y su equipo –con la figura esencial de Evelyn Lambart – llegan a un determinado desarrollo desde la curiosidad y la prueba, agotando las posibilidades o abandonándolo durante un tiempo, para reencontrar algo similar décadas después y completar aquello que quedó esbozado. Así ocurrió, con sus investigaciones sobre el dibujo en la banda de sonido –» Dots», «Lops», «Blinkity-Blank» …- y con el travelling subjetivo o encadenado de zooms que exploró en «C’est l’aviron» o «The Corridor»  (una inmersión visual en-profundidad que, si bien puede detectarse parcialmente en el célebre «The Birth of the Robot» de Lye, toma en McLaren la claridad visionaria de adelantarse a toda una estética del videojuego).
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También el proceso inverso: una curiosidad técnica acaba por materializarse en una determinada expresión artística, como en el caso fascinante de «Blinkity-Blank» que, en palabras de McLaren a Labarthe,comenzó al querer dar uso a las bandas de celuloide negro que se “acumulaban” en los almacenes del Film Board. Que tamizados por el filtro genial del escocés darían lugar a una técnica inédita de impresión subliminal con espacios de fotograma vacíos. Como señalan tanto Valliere T. Richard como André Martín, esa heterogeneidad se inserta en la bisagra arte / ciencia, en la frontera entre el testimonio de un universo propio y la indagación de sus técnicas.
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Pero ni la variabilidad ni la extrañeza de los trabajos del cineasta pueden disociarse de la profunda conciencia de vida, en un sentido casi ontológico, que desprenden la mayoría de sus cortos. No es un sistema de creación “fuera del mundo”, tampoco una máquina de serialización abstracta, sino una obra viva y cambiante que es y fue producto de encrucijadas históricas, políticas y sociales determinantes. Tal y como se comenta a lo largo de este Cinéma de notre temps, McLaren tuvo desde sus inicios un contacto directo con las fracturas de lo real… baste rememorar el movimiento fugaz de los planos de «Defense of Madrid», la irrupción de los aviones sobre el cielo en un blanco y negro bellísimo que envuelve los rostros de los niños durante los primeros bombardeos de 1936. Un contacto con experiencias limítrofes que reviviría años después en China y La India, colaborando en proyectos de salud y desarrollo con jóvenes alumnos en formación; experiencia que motivaría el mensaje de Neighbours.
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Junto a ese sustrato político -que relata con naturalidad, sin asomo de orgullo omitificación- hay otra carade esa consciencia de vida: el sentido del humor que impregna sus imágenes y sonidos. Pulsión de fisicidad irrefrenable que hace saltar a criaturas, trazados y motivos en transformación continua: de los hombrecitos de «Canon» al trasero ondulante de la gallina de  «Hen Hop», de la “V” hiperactiva de «V for Victory» o las cifras de «Rythmetica», la insustituible silla loca de «A Chairy Tale»; pero también en las apariciones de un McLaren “animado”, con la extrañeza absoluta de verlo a él en sus propias películas, desintegrado como movimiento, apareciéndose y desapareciendo: pájaro-mago. Baila ante nosotros, en mangas de camisa, poco antes de que su cuerpo se parta en dos; sonriente ante el objetivo, como si su bigote fuera a levantar el vuelo y escapar de la entrevista… de cualquier Cinéma de notre temps.
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Hablar del humor de McLaren, de su estrella danzarina, es hablar de sus pájaros, de los pájaros que invaden obsesivamente muchos de sus cortos y pueblan todos los rincones de su obra pictórica (como un cuadro íntimo donde el pequeño Norman duerme en el regazo de su madre, con la figura de un pájaro que les observa, sobre el hombro del niño: “he thought his mother thought she was a bird”). Los de «Blinkity- Blank» que, ante la presencia de François Truffaut, hacen reír a todo un cine; que nos impregnan de su vuelo espasmódico y múltiple, que hacen entrar en calor a los espectadores de una sala oscura: “En la noche de las salas llamadas oscuras,  «Blinkity-Blank» , con sus destellos de calor coloreado, con sus clic clac sintéticos, presenta algo parecido a un mito nuevo: el de la gallina de los ojos de oro”.
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En ocasiones parece que sea esa risa espontánea la que dirige los movimientos y los sonidos de McLaren, como si los rastros de tinta de  Begone Dull Care  fueran las sonrisas líquidas de la línea de contrabajo de Ray Brown o los guiños de los de dos fuertes y voladores de Oscar Peterson. Sólo a través del sentido de juego mclareniano  podemos embobarnos ante semejante maravilla de texturas, tonalidades y tiempos, en algo que, visto por Jean Mitry constituye un registro emocional -suprasensible- de la materia cinematográfica:
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“uno de los mas deslumbrantes fragmentos de ‘cine puro’,en el sentido en que lo entendían Germaine Dulac, Richter y Ruttman […] un contenido musical que justifica un ritmo necesario, sin el cual no podría ser  significativo, en el sentido emocional de la palabra” Mitry J.
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En el instante en que el arte de los dibujos que se mueven se transforma en el arte de los movimientos que se dibujan. Algo extraño habita la materia viva de McLaren. Es necesario, como gesto final, recuperar esa extrañeza mclareniana desde la versión de Dominique Noguez, como núcleo de la creatividad esquizoide. McLaren bajo otra luz, cada uno de sus pequeños trabajos como un problema imaginario, aparecido por azar, que se impone obsesivamente en los gestos de su mano, sobre la banda de celuloide… una irreprimible tensión lógica que permanece en cada intento de “dar forma” a ese problema: “comme si McLaren, homme de sciene impatient, inventait, pour lesobserver à sa guise, les atomes d’une physique nouvelle, les amibes d’une biologieimaginaire”. En el rastro del extraño-múltiple.
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Robert Breer

«Hurra por el cine sin forma: un cine no literario ni musical que no narra una historia, ni se convierte en un baile abstracto ni comunica un mensaje; un cine donde las palabras son imágenes y los sonidos se manifiestan de forma azarosa, como los pensamientos»

Robert  Breer

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Robert  Breer  ( 1926 – 2011)

Las animaciones de Robert Breer:  las experiencias perceptuales de la recepción cinematográfica que generalmente es ignorada y aburrida para el modelo industrial de producción cinematográfica. Son ricas en innovación tecnológica y se resisten a las expectativas narrativas de una audiencia separada de los filmes de entretenimiento. Breer ha introducido la primera bomba visual del cine con «Image by Images I» (Paris 1954).

Dos películas abstractas pueden ser examinadas: «69» (1968:5 minutos) y «Fuji» (1974: 10 minutos): «69» como una metáfora de un sistema que colapsa y «Fuji« como una articulación que encarna la visión requerida para viajar en tren. En un único cuadro o múltiples cuadros, explosiones y trozos, estas animaciones gráficas contienen una mezcla de abstractas y concretas imágenes que exploran la ilusión de movimiento a través de fragmentos de un collage reconstruído, apariencias repentinas y efectos subliminales. Pueden ser vistas como exámenes formales reflexivos de la tensión entre un único cuadro y la percepción de movimiento.

Un enfoque fenomenológico es útil para acercarse en lo perceptual y los aspectos performativos de su trabajo, enfatizando el enfoque fenomenológico en el momento pre-reflexivo y el sentimiento de «ser/estar-en-el-mundo». Como una película «no es un pensamiento», se percibe, estas películas son vistas aquí como un cuerpo centrado directo «dándole sentido».

Lo «inexpresable» o «incognoscible» del trauma podría tener algún valor en articular el texto escurridizo de Breer en su arte de imagen en movimiento. La relación entre trauma y cine ha generado un nivel de atención crítico y analítico, más claramente indicado por las secciones del diario «Screen» en 2001 y 2003 donde Susannah Radstone (2001) identificó un enfoque de «trauma, disociación e irrepresentabilidad» evidente en el trabajo de Cathy Caruth, Shoshana Felman y Dori Laub. Se argumenta que el impacto directo de «69» y «Fuji» realiza otra vez un efecto en el espectador. El retroceso es identificado como un efecto de este tipo y la experiencia inquietante de los primeros viajes en tren son también investigados para iluminar la recepción desorientante que los filmes de Breer puede crear  ilícitamente en el espectador desprevenido.

El uso de la investigación neurológica de Brewin en el procesamiento de la memoria evidente en el trauma es también usado aquí. Es una línea de investigación construída en una lectura psicológica de un trauma articulado en los escritos de Janet Van der Kolk.

Pierre Janet, que trabajó con las víctimas de neurosis de guerra a finales de 1800, identificó que tal shock o trauma puede ser precipitado por respuestas emocionales severas y que tales efectos de respuesta como se almacenan los recuerdos de una forma fragmentaria. «Las emociones intensas, Janet pensaba, provocan recuerdos de eventos particulares que se disocia con la conciencia y para ser almacenados en cambio como sensaciones viscerales (ansiedad y pánico), o imágenes visuales (pesadillas y escenas retrospectivas). También se presenta como un método para la presentación de los traumas y las películas de Breer.


https://www.academia.edu/3070109/Performing_a_Traumatic_Effect_The_Films_of_Robert_Breer

http://www.lacasagiratoria.com/archivos/2013/06/13/robert-breer.php